Nos hemos hecho eco de esta entrevista a Carlos Dora publicada en el diario El País para reforzar un argumento que venimos persiguiendo desde hace tiempo: el cambio de modelo de movilidad en las ciudades.
El coordinador de Salud Publica y Medio Ambiente de la Organizacion Mundial de la Salud alerta de que poco sirve promover políticas si se carece de un plan globar de objetivos a medio y largo plazo y un sistema de evaluación que nos permita comprobar la sostenibilidad, la universalidad y la seguridad a cinco, diez o quince años vista. Citando a la noticia, «se estima que en 2050, alrededor del 70% de la población mundial vivirá en zonas urbanas y los grandes núcleos de población empiezan a repensar su modelo urbanístico para adaptarse a lo que se les viene encima. Solo la contaminación del aire causa unos tres millones de muertes prematuras al año, por no hablar del impacto en la salud de los accidentes de tráfico, el ruido o el sedentarismo».
La velocidad con la que se desarrolla la actividad política juega en contra de este planteamiento. Ningún político piensa más allá de sus cuatro años de legislatura. Prefieren vivir al día, gestionando sin un plan que les comprometa en el tiempo, y no conciben –o no quieren comprender– la importancia de poner en marcha medidas de sostenibilidad como las que recomienda con urgencia la OMS.
«Toda la planificación urbana del mundo es para los coches. La gente no importa. Fue un modelo que se creó a partir de la idea de que el coche era la solución. No se preveía que iba a generar tantos problemas, pero vislumbrando el futuro, es imposible que todo el mundo pueda moverse en coche. La solución es utilizar espacios más eficientes [y transporte público de calidad]».