«La Calle Es Tuya»

Hemos recibido varios mensajes de personas que ya han visto por sí mismas las ventajas de un modelo de movilidad distinta después de realizar la primera de las tres actividades previstas con motivo de la Semana de la Movilidad 2017.

Nos ha sorprendido mucho cómo los niños ocupaban los espacios de los coches para jugar, y cómo los padres se iban relajando al ver que la calle era segura sin tráfico rodado. Fue solo un momento, porque enseguida la Avenida se convirtió en un espacio para el peatón y el ciclista, sin ruidos, sin contaminación, sin riesgo.

Nos queda mucho camino por recorrer, pero este ha sido un gran comienzo. En una calle en la que no pasan coches, pueden pasar muchas cosas!!

La Avenida Juan Carlos I se convirtió por unas horas en un lugar más amable y seguro, pero esto no habría sido posible sin nuestros colaboradores:

  • ADIM Garabatos
  • Global Center
  • Dr.Kool
  • Adrenalina bikes
  • Muscle Sport Nutrition
  • GorillaFit
  • El Cisne
  • Oxígeno Laboratorio Cultural
  • Federación Melillense de ciclismo
  • AMPA León Solá
  • TAFAD Enrique Nieto
  • Panadería Donat
  • SuperSport 

La Mesa promocionará un modelo más sostenible y universal durante la Semana de la Movilidad

  • Se invita a todos los melillenses, niños, adultos y mayores, a participar y ser protagonistas bajo el lema “La calle es tuya”
  • Las actividades se desarrollarán el lunes, miércoles y viernes en distintos puntos de la ciudad

La Mesa por la Movilidad de Melilla se unirá la próxima semana a las celebraciones con motivo de la #SemanaDeLaMovilidad con tres eventos para concienciar sobre las ventajas de cambiar el modelo de movilidad actual, que favorece la circulación de coches, por otro más sostenible, accesible y universal en el que el peatón y el ciclista, el niño y el anciano, sean una verdadera prioridad.

Bajo el lema “La Calle Es Tuya”, los miembros de la Mesa y colaboradores de distintos sectores educativos, culturales y comerciales de la ciudad convertirán la Avda. Juan Carlos I en una «Calle Abierta». “Batucañada”, murales urbanos, música en directo, cuentacuentos, performances urbanas, pintacaras, taller de bicicletas, actividades deportivas, concienciación urbana, reciclaje y un sinfín de actividades llenarán la principal avenida de nuestra ciudad para demostrar que sin tráfico, sin ruidos y sin contaminación es posible construir ciudades mucho más atractivas.
Será el lunes 18 de septiembre de 17:30 a 20:30.

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El miércoles 20 de septiembre a las 19:00 se lanzará “MetroMinuto: ¿Estamos preparados?”, una actividad abierta a todos los melillenses para evaluar la viabilidad del proyecto MetroMinuto según las características de la ciudad. Niños, adultos y mayores realizarán a pie y grabarán en vídeo las rutas «CEIP Altos del Real – Plaza de España» y «CEIP León Solá – Plaza de España» para comprobar si Melilla está realmente preparada para todos los ciudadanos y dar una valoración final.

Para finalizar las actividades hemos escogido el CEIP Reyes Católicos por ser el primer colegio de Melilla en poner en marcha el programa de “caminos escolares”. Con el lema “Pon color en la calle, deja el coche en casa” y ayudados por el mago Sarapín, los niños evaluarán a los conductores que cometan infracciones y concienciarán sobre la necesidad de implementar los caminos escolares en todos los centros educativos.
La cita es el viernes 22 de septiembre a las 13:00 en el CEIP Reyes Católicos.

La Comisión Europea ha establecido dos objetivos ambiciosos para la movilidad urbana: eliminar gradualmente los coches diésel de las ciudades de aquí a 2050 y realizar una transición hacia una logística urbana de emisiones cero en los principales centros urbanos de aquí a 2030. En Melilla seguimos muy lejos de estos objetivos, pero la Mesa de Movilidad sigue trabajando y espera que el Consejero de Coordinación y Medioambiente, Manuel Ángel Quevedo, convoque a todos los miembros a una reunión para firmar el Pacto por la Movilidad y poner en marcha un calendario consensuado según el PMUS.

El problema no es promover políticas, sino un cambio de modelo

Nos hemos hecho eco de esta entrevista a Carlos Dora publicada en el diario El País para reforzar un argumento que venimos persiguiendo desde hace tiempo: el cambio de modelo de movilidad en las ciudades.

El coordinador de Salud Publica y Medio Ambiente de la Organizacion Mundial de la Salud alerta de que poco sirve promover políticas si se carece de un plan globar de objetivos a medio y largo plazo y un sistema de evaluación que nos permita comprobar la sostenibilidad, la universalidad y la seguridad a cinco, diez o quince años vista. Citando a la noticia, «se estima que en 2050, alrededor del 70% de la población mundial vivirá en zonas urbanas y los grandes núcleos de población empiezan a repensar su modelo urbanístico para adaptarse a lo que se les viene encima. Solo la contaminación del aire causa unos tres millones de muertes prematuras al año, por no hablar del impacto en la salud de los accidentes de tráfico, el ruido o el sedentarismo».

Carlos Dora, coordinador de Salud Publica y Medio Ambiente de la Organizacion Mundial de la Salud (OMS), el miércoles en Barcelona.

La velocidad con la que se desarrolla la actividad política juega en contra de este planteamiento. Ningún político piensa más allá de sus cuatro años de legislatura. Prefieren vivir al día, gestionando sin un plan que les comprometa en el tiempo, y no conciben –o no quieren comprender– la importancia de poner en marcha medidas de sostenibilidad como las que recomienda con urgencia la OMS.

«Toda la planificación urbana del mundo es para los coches. La gente no importa. Fue un modelo que se creó a partir de la idea de que el coche era la solución. No se preveía que iba a generar tantos problemas, pero vislumbrando el futuro, es imposible que todo el mundo pueda moverse en coche. La solución es utilizar espacios más eficientes [y transporte público de calidad]».

Entrevista a Daniel Macenlle en ‘Viento de Levante’, de TV Melilla

Viento Levante entrevista a Daniel Macenlle, jefe de Policía Local de Pontevedra, que visitó nuestra ciudad para enseñar la transformación que ha vivido el concello gallego en diez años. Las diferencias son muy grandes. La apuesta que el concello hizo hace una década fue determinante, pero el resultado avala esas políticas valientes.

“Hacer fuerte al débil y débil al fuerte debe ser la clave del cambio de modelo de movilidad”

PiramideEl ser humano es especialmente resistente a los cambios, pero se adapta rápido por naturaleza. La pirámide de prioridades de movilidad en Melilla prima al vehículo sobre ciclistas y el peatones, de ahí la necesidad urgente de invertir el orden. Hacer fuerte al débil y débil al fuerte es la consigna: el peatón debe tener la máxima prioridad porque es más débil que la bicicleta y muchísimo más débil que el coche. Por ello, la velocidad de la ciudad debe regularse en función del peatón.

La razón es evidente: la Organización Mundial de la Salud advierte que el riesgo de muerte por atropello a 50km/h es del 50%. A 60km/h, el riesgo aumenta hasta el 80% y a 70km/h o más es prácticamente del 100%. Sin embargo, esa tasa de mortalidad se reduce hasta un 5% cuando la velocidad se restringe a un máximo de 30km/h.

De aplicarlo en Melilla, estaríamos hablando de un gran cambio, pero un cambio lógico, porque quienes más tienen que perder son los peatones.

Peatonalizar las calles no es la solución, como tampoco lo sería prohibir la entrada de tráfico motorizado. Debemos mantener esa coexistencia entre peatón y coche, pero con una prioridad definida. Si estrangulamos el comercio y los servicios, las ciudades mueren. Eso nos lleva a distinguir dos tipos de tráfico:

  1. Tráfico necesario: servicios de carga y descarga, comercios, traslados de personas, salidas y entradas a hoteles, pequeñas gestiones o situaciones de necesidad y urgencia como necesarios,
  2. Tráfico prescindible: todo aquel que da vueltas para buscar aparcamiento generando ruido, congestión, contaminación acústica y medioambiental y accidentes.

Para todo ese tráfico inocuo, Pontevedra aplica fórmulas alternativas (parkings privados, bolsas de aparcamientos públicos o estacionamientos en la periferia) porque la idea fuerza es sacar al coche  de las calles y devolver los espacios públicos a la gente.

Melilla está a punto de lanzar una iniciativa que en Pontevedra ya es todo un éxito: el Metro Minuto. Desde todas las bolsas de estacionamiento, el tiempo máximo para desplazarse hacia cualquier punto de la ciudad no supera los 7, los 10, los 15 o los 30 minutos, y las ventajas son evidentes. Pontevedra no es una ciudad peatonal. Es una ciudad con plataforma única y espacios de coexistencia con prioridades invertidas.

«Solo aplicando rigurosamente la normativa sin eliminar ninguna sanción, el resultado mejora doblemente», apuntó Macenlle en su visita a Melilla.

Cambiar una mala conducta permitida durante años no será una tarea fácil en Melilla, pero es una tarea que debe emprenderse de manera tajante. A pesar de lo que dice el consejero de Medioambiente, en Melilla, los límites de velocidad se rebasan con diferencia; en la tasa de siniestralidad y muerte está la evidencia, y ningún conductor ha perdido un solo punto por esta cuestión. Si a ello le sumamos la ausencia de radares, la eliminación irregular de sanciones de tráfico y la falta de elementos de disuasión o calmado de tráfico, entre otras muchas cosas, nos encontramos con un problema múltiple.

Macenlle, en su discurso, apeló a la necesidad inamovible de ser ejemplarizantes en la aplicación de sanciones a conductores que infrinjan los límites de velocidad, las tasas de alcoholemia y el aparcamiento. Solo aplicando rigurosamente la normativa sin eliminar ninguna sanción, el resultado mejora doblemente: por un lado, disminuyen las infracciones; por otro, aumenta la conciencia cívica y la recaudación.

Los accidentes son inevitables, pero es posible limitar el daño. Una vez más, es necesario que el Gobierno se implique sin ambages porque están en juego vidas humanas. Y no queremos lamentar más muertes.

Melilla está perdiendo una oportunidad de oro por la falta de valentía y compromiso del Gobierno

  • El cambio solo será posible reconociendo el problema y haciendo una apuesta firme por y para el ciudadano pese a las consecuencias.
  • La pacificación del tráfico y la gestión rigurosa de sanciones son claves de la transición hacia una movilidad sostenible y universal.

Ante más de medio centenar de asistentes, Daniel Macenlle dejó sobre la mesa el pasado martes las claves para convertir Melilla en una ciudad sostenible en materia de movilidad urbana. Al finalizar la charla, una de las reacciones que más se repitieron fue la gran oportunidad que tenemos al alcance y no aprovechamos.

Melilla, con un presupuesto que casi cuadriplica el de Pontevedra, está a años luz de ser una ciudad amable para el peatón, y por mucho que el consejero de Coordinación y Medioambiente, Manuel Ángel Quevedo, insista en que no existen tantas diferencias, la realidad es tan objetiva como los datos: El espacio donde se han realizado las reformas en Pontevedra ocupa 9km2 y concierne a 65.000 habitantes, similar a Melilla. Allí es donde el número de muertes se ha reducido a cero en los últimos 7 años y la tasa de accidentalidad ha bajado un 50% (cifras de la DGT). Obviamente, no contempla espacios interurbanos ni provinciales, de ahí el error de Quevedo al comparar la ciudad con Pontevedra.

La Mesa de Movilidad opina todo lo contrario, y no por una cuestión de rebeldía. Melilla adolece de un compromiso claro y tajante por parte del Gobierno porque el Gobierno teme la reacción de la gente —su experiencia negativa en el barrio del Real y la claudicación en Ramírez de Arellano lo acreditan—, y supedita cualquier iniciativa de desarrollo al status quo, que otorga la prioridad a vehículo sobre el peatón.

A esa falta de compromiso se suma la falta de alineamiento de todas las áreas de la Administración y la gestión eficiente de los tiempos para llevar un plan a cabo.

El Gobierno necesita, en primer lugar, revisar su concepto de espacios urbanos. En los años ’60, la llegada masiva del automóvil supuso un aporte de libertad y autonomía inéditas para la sociedad. La gente comenzó a desplazarse por sí misma dentro y fuera de las ciudades, reduciéndose drásticamente los tiempos de desplazamiento. Fue tan revolucionaria la aparición del coche que la vida de las ciudades se transformó, y todo comenzó a girar en torno al conductor. Pero las ciudades no se concibieron para eso.

El espacio urbano debe ser un centro de relación, de convivencia y de cohesión social, pero necesita estar bien organizado y tener claras las prioridades de convivencia. Hace tiempo que la demonización que los comerciantes hacían de las calles peatonales dejó de ser un mito. Como apuntó Macenlle, “nunca un coche se para a tomar un café, se paran sus ocupantes; y nadie mira los escaparates desde un coche como los mira cuando va caminando”. Pero, una vez más, es necesario que el Gobierno, que es quien maneja y toma las decisiones, entienda este concepto y apueste firmemente por cambiar el modelo de ciudad.

Esa apuesta es una carrera individual y de fondo al mismo tiempo. Aunque se comparta la filosofía de base y algunas ideas inherentes, cada ciudad debe buscar su propio camino y desarrollarse en función de su cultura y su fisonomía. Melilla es una ciudad pequeña, compacta, llana en su mayor parte y con una población elevada de funcionarios. Por sus características, su condición artística y arquitectónica, pero sobre todo por la tasa de siniestralidad y la previsión de crecimiento, necesita una urgente aplicación de las medidas que ya están aprobadas en el Plan de Movilidad.

Porque el espacio público, como apuntó Macenlle, es un recurso, mientras que el parque móvil crece a una velocidad insostenible. El coche, literalmente, nos ha invadido, y es insaciable: cuanto más espacio se le dé, más espacio reclama. Y esa invasión acarrea contaminación acústica, sedentarismo, inseguridad, contaminación medioambiental y accidentes que provocan heridos y muerte.

¿Cómo se combate la hegemonía del vehículo? En cuestión de movilidad urbana, según Macenlle, ante problemas graves, soluciones drásticas. El reto no es abrir nuevos espacios a los vehículos, ni hacer carreteras o viales sin ton ni son —como ocurre en Melilla con las carreteras de descongestión del barrio del Real—. Si se quiere acabar realmente con la supremacía del coche, hay que echarlo literalmente de las calles y recuperar el espacio para devolvérselo a las personas. “Hasta hace poco, en Pontevedra el vehículo era el muerto en el entierro, el niño en el bautizo y el novio en la boda. Ahora es solo un invitado”.

El resultado habla por sí mismo, pero una vez más, se requiere valentía. Algo difícil de entender teniendo en cuenta que la inseguridad y la demanda de una ciudad más sostenible son un clamor social y el Gobierno cuenta con el respaldo y motivos suficientes para llevar a cabo tal proyecto.

 

 

 

 

«La gente, por norma, tiene miedo a los cambios, pero cuando percibe que se vive mejor se alegra»

Daniel Macenlle ha visitado hoy Cope Melilla para participar en el magazine que dirige Paloma Suárez. El jefe de la Policía Local de Pontevedra ha asegurado que existen iniciativas básicas que toda región puede poner en marcha para fomentar la movilidad sostenible: calmado del tráfico con un modelo de ciudad con velocidad limitada a 30 km/h y cambio de prioridades para que el peatón prevalezca sobre el vehículo.
Escucha de nuevo la entrevista completa aquí

Estas medidas básicas se complementan con otras muchas, generales y específicas a las características de ciudades como Melilla. Sin atreverse a dar un diagnóstico general sobre el caso de nuestra ciudad, Macenlle sí coincide en que es necesario un cambio de mentalidad profundo por parte de la Administración, pero también por parte de la sociedad. «Es un fenómeno universal basado en el miedo a los cambios. La gente, por norma, tiene miedo a los cambios, y solo después de que es capaz de percibir que esa transformación del espacio no le perjudica y vive mejor se inicia el proceso inverso: los afectados están encantados, y los de al lado piden las mismas medidas para sus barrios».

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Macenlle ha relatado el proceso de transformación urbana de Pontevedra, que partió de la idea de que si hay una cosa clara es que las ciudades con tráfico no restringido no son habitables. «La dinámica general parte de que los espacios públicos son un recurso escaso, tenemos los metros que tenemos. Sin embargo,  el parque móvil crece, crece y crece. Cuanto más espacio le brindes al vehículo, más espacios ocupados hay, pero también más contaminación, más muertos, más ruido y más sedentarismo. Y lo que se intentó fue romper esa dinámica transformando esos espacios dedicados a vehículos en espacios utilizables por la gente».

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Rosa González, portavoz de la Mesa de Movilidad y miembro de Guelaya Ecologistas En Acción, cree que en Melilla hay unas cifras de siniestralidad muy elevadas, y no entiende cómo no se ha puesto en marcha un plan de pacificación urgente desde hace años. «Sí que se llega tarde, pero si hacemos algo ahora, bienvenido será. Ha habido muertos, pero estamos aquí para evitar que haya más».

A Javier Bocanegra, portavoz de la Mesa y presidente de Melilla ConBici, le llama la atención que no se hayan puesto en marcha iniciativas para acabar con esa «tendencia terrible» de siniestralidad, y ha destacado la inseguridad y las tasas de daño cuando los vehículos circulan a 50 km/h como los principales problemas que deben resolverse.

Nota de prensa: Participación y compromiso como punto de partida

  • El número de representantes sociales aumenta con respecto a la primera reunión y ratifica la necesidad de poner en marcha nuevas estrategias.
  • Una vez más, el Gobierno rechaza la invitación para trabajar con el resto de grupos políticos y entidades sociales y deportivas.

Más participación y más compromiso. Así se puede resumir la segunda reunión que la Mesa por la Movilidad Urbana Universal y Sostenible que tuvo lugar el pasado viernes en la sala de juntas de la Universidad de Granada en su Campus de Melilla. La necesidad de definir objetivos y poner en marcha estrategias actualizadas para reducir la violencia vial y la tasa de siniestralidad —Melilla es la región española con mayor número de accidentes por cada 100.000 habitantes— son prioridades que no pueden seguir demorándose, si bien una vez más el Gobierno rehusó la invitación, siendo la única fuerza política que no asistió a la cita.

La reunión sirvió para que todos los representantes políticos, sociales, deportivos y profesionales pudieran ratificar unas bases comunes sobre las que trabajar y que aspiran a un Pacto por la Movilidad real con plena inclusión y participación. Creemos que el actual Plan de Movilidad constituye un texto base fundamental, pero es susceptible de reformas, si bien es necesario que el Gobierno amplíe el espacio y cuente con participación de otras entidades para que, entre todos, podamos actualizarlo y elevarlo al nivel que corresponde. Seguir leyendo «Nota de prensa: Participación y compromiso como punto de partida»